La Corte Suprema y el sacrificio de animales en religiones de matriz africana: reflexión sobre la libertad religiosa a partir del Recurso Extraordinario nº 494.601/RS

Resumen

La República Federativa de Brasil constituye un estado laico, es decir, no confesional, de una manera que no adopta una religión oficial. A diferencia de la Constitución Política del Imperio de Brasil de 1824, la Constitución Ciudadana de 1988 establece una clara separación entre la religión y las funciones del Estado, ya que no puede haber injerencia estatal en la religión, ni esto delimitará ninguna actividad de la República. Así, se preservará la libertad de religión, en una concepción pluralista, hasta el punto de que se garantice a toda persona el derecho a asumir una creencia religiosa, a profesarla públicamente, así como el derecho a no elegir practicar ninguna religión. Sin embargo, el preámbulo de la Constitución contiene la mención expresa de "Dios", razón por la cual, en un momento dado, dudó de la laicidad del Estado brasileño. En este sentido, a esto se suma el tema de las religiones de origen africano, a partir del cual el Estado de Rio Grande do Sul planteó un relevante debate constitucional al editar el Código Estatal de Protección Animal, excluyendo, en su art. 2º, párrafo único, la ilegalidad del sacrificio animal en rituales de este aspecto religioso. Reconociendo la pertenencia de las religiones afrobrasileñas por una minoría de la sociedad, el Supremo Tribunal Federal, en el ejercicio de la función de contramayoría, en el caso del Recurso Extraordinario Nº 494.601/RS, decidió sobre la constitucionalidad de la ley de protección animal que permite el sacrificio de animales en rituales religiosos relacionados con la cultura africana, bajo los fundamentos articulados a lo largo de este artículo,   producido a través de la investigación cualitativa y basado en la metodología de revisión bibliográfica.