Una mirada renovada al llamado divino a ‘cuidar y cultivar’: la cuestión de la esencia administrativa

Resumen

El propósito de este artículo es proponer una reflexión sobre el ser humano mismo, que está llamado a colaborar con Dios en el cuidado y cultivo de la creación. Se presenta la pregunta: ¿qué hace posible que una persona sea colaboradora de Dios? Se trata de la construcción de una narrativa, para lo cual los dos núcleos fundamentales de datos, textos e informaciones fueron la Doctrina Social de la Iglesia y los documentos del Magisterio que dilucidan el proyecto, la experiencia y la dinámica familiar. El relato presenta que la persona, en el desposorio con el Creador, se convierte en el acto administrativo de Dios en el mundo, entonces se dilucida la 'esencia administrativa', el don primero, con el que Dios se dirige al ser humano en el llamado/enviado para atender y cultivar el jardín. La persona se plantea como el acto administrativo de Dios en el mundo, promoviendo que sea en la familia donde los hijos/Ben de Dios deben cuidar la tierra y convertirse en la nación de los hijos/pueblo de Dios, una nación sin límites geográficos. limitaciones, basado en el amor y en la confianza en el Reino de Dios que se hace en la contingencia de la creación bajo la administración humana.