Manifestaciones oculares tardías de la toxoplasmosis sistémica adquirida: una revisión bibliográfica integradora

Resumen

La toxoplasmosis es una enfermedad de origen infeccioso causada por el protozoo Toxoplasma gondii y es responsable de varias manifestaciones sistémicas, tras un cuadro clínico de leve a grave de fiebre, dolor muscular, aumento de los ganglios linfáticos, afectación neuronal y lesiones oculares. La toxoplasmosis ocular es responsable de generar un compromiso de la mácula, el nervio óptico, la úvea posterior, generando uveítis posterior y, principalmente, retinocoroiditis. El toxoplasma es responsable del 50% de los casos de uveítis en Brasil. Por lo tanto, este artículo tiene como objetivo revisar la literatura sobre las principales manifestaciones oculares de la toxoplasmosis sistémica, centrándose en la prevalencia, la incidencia, los signos y síntomas y los principales métodos de abordaje. Se trata de una revisión bibliográfica integradora y para la búsqueda se utilizaron las siguientes bases de datos: PUBMED, SCIELO y BVS. El proceso de selección tuvo los siguientes criterios de inclusión: artículos que respondieran a la pregunta guía, en inglés, portugués o español, y entre 2017 y 2021. Tras las búsquedas, se obtuvieron un total de 12 artículos para su revisión. Toxoplasma gondii es responsable del proceso inflamatorio granulomatoso secundario en la coroides y, tras la fase aguda, puede presentarse como una cicatriz coriorretiniana con un centro blanco y bordes pigmentados como complicación, y las principales manifestaciones oculares son: retinocoroiditis, papilitis, neurorretinitis y escleritis. Como consecuencia de este trofismo ocular, el toxoplasma puede provocar una reducción de la agudeza visual, mayoritariamente menor o igual a 20/200, evolución a pérdida visual parcial o ceguera, presencia de moscas volantes, aumento de la presión intraocular, fotofobia, hiperemia, simulando una conjuntivitis y turbidez visual. La principal población afectada es la de bajo desarrollo socioeconómico y baja educación, asociándose a un riesgo de mayor exposición al agente etiológico. Por lo tanto, este estudio reafirma la necesidad de continuar con nuevos estudios para prevenir enfermedades y promover la salud en base a la endemicidad de cada región del país, promoviendo la atención integral de la salud y generando calidad de vida para estos pacientes.