TEA, familia y escuela - Trabajar juntos, relación empática

Resumen

Cabe destacar que el autismo es un síndrome conductual que afecta al neurodesarrollo caracterizado por un desarrollo atípico que solo puede ser diagnosticado mediante la observación de un especialista encargado de detectar el espectro autista en los niños, los cuales se caracterizan por tres síntomas: dificultad en la interacción social, déficit cuantitativo y comunicación cualitativa, alteración de patrones de conducta inapropiados, tales como actividades con intereses restringidos y estereotipados, que son movimientos de hacer las cosas de manera repetitiva y sin finalidad social. En su última actualización, DSM-5, el autismo se describe como un trastorno del desarrollo que conduce a graves deficiencias en la comunicación social y conductas restrictivas y repetitivas que suelen comenzar temprano en la vida.

Este artículo trae la discusión para una inclusión efectiva de las personas con espectros autistas que puedan ser insertadas en el ámbito educativo en el aula de educación regular y el servicio educativo especializado por profesionales calificados con el fin de atender las demandas de la educación inclusiva, constituyéndose en un espacio de aprendizaje y desarrollo de la competencia social. Los familiares señalan varias debilidades en la inclusión educativa que refuerzan la necesidad del diálogo de diversas políticas públicas para ofrecer una escuela inclusiva que promueva el desarrollo y el aprendizaje, dado que tienen una expectativa de curación cuando el alumno ingresa a los patios de las instituciones educativas.