La función social del acto de educar: la práctica docente y su vínculo con el ejercicio de la criticidad

Resumen

Este trabajo busca reflexionar sobre la práctica docente en la educación y el acto de educar. Para ello, la obra teje discusiones en torno a tres ejes principales: la función social de la práctica docente, el acto de educar y la formación docente. En primer lugar, se hizo evidente que no se concibe una educación donde el docente no es consciente de las concepciones que permean su quehacer. En este proceso, la escuela juega dos roles fundamentales en la sociedad: socializar y democratizar el acceso al conocimiento y promover la construcción moral y ética en los estudiantes. Luego, se enfatizó la necesidad de comprender y realizar una práctica educativa democrática, guiada por principios humanizadores, por las virtudes, con foco en el conocimiento significativo para el educando. Y, por último, se retrató la necesidad de percibir la realidad educativa en el piso escolar, enfatizando la importancia de la reflexión y la acción desde la formación continua de los docentes, cuyo objetivo implica el crecimiento de nuestra vida en todos los ámbitos. Es importante recalcar que las certificaciones adquiridas durante el proceso de formación contribuyen en gran medida al éxito de una carrera, pero no son las únicas responsables de que esto suceda. Buscar caminos diferentes para adquirir habilidades personales que se reflejen en la enseñanza es fundamental. Educar de manera liberadora es contribuir a la formación de ciudadanos capaces de construir una sociedad autónoma y justa, es buscar caminos que presenten significados para los estudiantes, que son la clave de la educación.