Importancia del cultivo fúngico en el diagnóstico de dermatofitosis en animales de compañía

Resumen

Objetivo: este estudio tuvo como objetivo verificar la importancia del cultivo de hongos en el diagnóstico concluyente de dermatofitosis en perros y gatos, dada la variabilidad de los signos dermatológicos y su naturaleza infecciosa y contagiosa, que puede afectar a los humanos. Método: Se realizó un análisis documental retrospectivo en el Hospital Veterinario de la Universidad Federal de Jataí, entre 2018 y 2019, de casos en los que la dermatozoonosis figuraba entre las sospechas clínicas. El cultivo de hongos se realizó en laminocultivo con TMD, mediante el depósito en el medio de cultivo de escamas y cabello roto de varios sitios sospechosos. Después de la incubación a temperatura ambiente, se realizó una inspección para detectar el cambio de color de medio a rojo y el crecimiento de colonias, seguido de la identificación morfológica de macroconidos para determinar la especie. Resultados: entre los 193 perros tratados en el servicio de dermatología, 60 (31,1%) tenían signos dermatológicos que justificaban la inclusión de dermatofitosis entre los diagnósticos diferenciales. En 43 gatos, en 17 (39.5%), se identificó dermatofitosis entre las posibles sospechas. Sin embargo, después del cultivo fúngico, la dermatofitosis se confirmó solo en el 5,7% (11/193) del total de casos tratados. En perros representó 2.6% y en gatos 14% de las enfermedades cutáneas diagnosticadas. Conclusión: la dermatofitosis a menudo se incluye en el diagnóstico diferencial de enfermedades de la piel que se desarrollan con lesiones alopécicas, escamosas y con costras. El cultivo de hongos es una herramienta fundamental para confirmar la infección e implementar medidas terapéuticas asertivas. M. canis es el dermatofito más frecuente en perros y gatos, lo que refuerza la necesidad de un diagnóstico preciso, debido a su carácter zoonótico.